Manuel Gutiérrez, Luciano Villanueva, Gonzalo Muñoz y tantos otros jóvenes pobladores, asesinados por Carabineros, no solo en contextos de Protesta Social sino también en procedimientos ordinarios, y no solo en Dictadura, sino que también desde el retorno a la Democracia y antes del Estallido Social. Son los casos Subalternos, los que han quedado “debajo de la alfombra”, pero aun así con Resistencia al Olvido.
Por Miguel Angel Fonseca y Sandra López
Voceros Agrupación de Víctimas de Violencia Policial
25 de agosto: Día de las Víctimas de Violencia Policial, conmemorando a Manuel Gutiérrez y, conmemorando, también, a todas las Víctimas de Violencia Policial.
Manuel fue un joven asesinado por parte de funcionarios de carabineros, quienes dispararon con una sub-ametralladora UZI (arma de guerra) contra las y los pobladores de Villa Jaime Eyzaguirre (Macul), mientras Manuel observaba protestas contra el Gobierno de Sebastián Piñera, el 25 de agosto del 2011.
Manuel Gutiérrez, padre de Manuel, nos dice “a doce años de la muerte de mi hijo Manuel, solo enfatizar la tremenda lucha que dio mi hijo Gerson, a pesar de sus impedimentos para movilizarse, al andar en silla de ruedas y toda la lucha que dio la Agrupación para terminar con la Justicia Militar en casos de Victimas Civiles, victimas de violencia policial. Es importante que haya memoria”.
“Como familia entendemos y solidarizamos, ahora, a los 50 años del Golpe de Estado, con todas las familias que no han tenido justicia. También nos preocupa que se permita la violencia policial, con nuevas leyes que amparan el actuar represivo de Carabineros”, señaló el padre de Manuel. “Manuel tenía toda una vida por delante y ya no está, yo no pedí que mataran a mi hijo”, como alguna vez lo dije “me gustaría que Millacura (Carabinero autor del Homicidio) supiera por un día lo que es vivir y sentir que te han matado a tu hijo y que no hay Justicia”.
Por otra parte, Gonzalo Muñoz, fue joven asesinado en Puerto Natales por dos Carabineros y un Guardia de Seguridad, producto de una golpiza, y de un brutal golpe con un “palo en la cabeza” que le destrozo su cráneo”, estando Gonzalo casi un año con vida, pero prácticamente muerto, falleciendo finalmente el año 2018.
Su padre, Alejandro Muñoz, nos dice “nosotros aceptamos lo que dijo la justicia, pero una justicia a medias”. “Fueron dos Carabineros y un Guardia de Seguridad, uno condenado a la cárcel, se suponía por nueve años en nueve años, pero salió por conducta, salida anticipadamente, en lugar de nueve años, estuvo menos de cuatro años y medio, por beneficios, se hizo evangélico dentro de la cárcel, y a la semana siguiente de estar en la cárcel, comenzó a trabajar en el casino de Gendarmería. Y los otros dos quedaron con firma mensual por cuatro años, en libertad”.
“La Justicia nos dejó pendiente la indemnización a la cual fueron condenados, tienen que pagarnos una indemnización, por baja que sea, como reparación, aunque la perdida de Gonzalo es irreparable”. “Con Gonzalo se hizo justicia en la medida de lo posible”.
Lo que si es necesario precisar, es que el caso de Gonzalo quedo en la memoria colectiva de los natalinos, emocionalmente; y “se paró, en parte, en Natales, el abuso policial, han tomado precauciones”, “se han tomado precauciones en los retenes, mayor cuidado del trato de los jóvenes detenidos”, nos dice su padre Alejandro Muñoz.
Finalmente, Luciano Villanueva, es un joven que fuera asesinado el año 2014, en Parral, dentro de su hogar, al cual ingresaron tres Carabineros armados, luego de haber rodeado todo el perímetro de su casa con móviles y funcionarios policiales, en un procedimiento detención policial simple (no in-situ), acusado Luciano de romper el vidrio de un vecino. Los tres Carabineros que ingresan al lugar terminan disparando con arma de fuego, a través de la puerta del dormitorio de Luciano, donde él se encontraba, provocando su muerte.
En este contexto, para Bernardo Villanueva, su padre, tratando de explicar lo que paso con su hijo, nos dice “es para nosotros atroz, dice, fue muy difícil, la perdida de Luciano, y en todo el tiempo que ha pasado nosotros como Familia, uno se desilusiona de todos los asuntos”.
“Hablar de mi hijo Luciano es como remover toda la situación, situación difícil de remover. Solo nos queda salir como Familia, salir adelante de una u otra forma”.