Asesinar a dirigentes sociales para resguardar la propiedad privada y las tierras usurpadas, una táctica de los empresarios y sus gobiernos en democracia.
El empresariado en Chile, con la transición a la democracia de los años 90 logró reafirmar su poder y dominación, gozaron de una bonanza económica brutal mientras, por ejemplo, hacían brotar las denominadas empresas zombis con las que evadían impuestos millonarios. Y lo mejor para ellos es que ya no necesitaban de tener una dictadura militar para consolidar la dominación sobre el pueblo trabajador, podían hacerlo “sin las armas”.
¿Sin las armas?
La dictadura militar acabó y los empresarios ya podían gobernar en tiempos de paz, claro que luego de aniquilar una de las experiencias históricas más avanzadas que hubo en América Latina en ese tiempo, asesinando a miles de trabajadoras y trabajadores, precarizando las condiciones de trabajo e imponiendo una constitución que hasta el día de hoy no se ha cambiado en lo sustancial, la misma ideada por Jaime Guzmán.
Lo cierto es que las armas nunca se fueron, lo que desaparecieron fueron los militares en la calle en todo momento, pero Pinochet siguió siendo senador vitalicio y además comandante en jefe del ejército por ocho años más. Además, se militarizó cada vez más la institución de carabineros, que ya han realizado reiterados asesinatos políticos, lo que es uno de los últimos eslabones de la represión que cargan sobre quienes luchan por acabar con este sistema social y económico de explotación y opresión.
Luchadoras y luchadores sociales asesinados en democracia
Los asesinatos son, como mencionamos anteriormente, uno de los últimos eslabones de la violencia que ejerce el empresariado a las demás clases para mantener su dominación y seguir llenándose los bolsillos a costa de la miseria de miles de millones. Ese 0,1% de los más ricos que se lleva cerca de un 20% de los ingresos totales nacionales no va a querer perderlo, para eso tienen a las Fuerzas Especiales, los carros blindados, miles de millones invertidos en represión, el control de los medios, etc.
Decimos que son de los últimos eslabones porque por ejemplo las mismas Fuerzas Especiales “no solo” han asesinado a activistas y militantes de izquierda, sino que también han torturado y abusado sexualmente a decenas de estudiantes en comisarías, han secuestrado estudiantes, y han asestado una incontable cantidad de golpes, han provocado abortos con lacrimógenas traídas de Israel, dejaron en coma a Rodrigo Avilés y así podríamos seguir enumerando casos que han ocurrido desde los años noventa durante los gobiernos de la derecha y la Concertación, luego Nueva Mayoría, donde se integró también el Partido Comunista.
Es cierto además que dirigentes y activistas sociales y políticos no solo han sido asesinados por la policía, sino que también por civiles, como el caso de Diego Guzmán y Exequiel Borbarán, a quienes les disparó con una escopeta por estar realizando un graffiti. ¿Debemos por ello descartar la responsabilidad del Estado y los gobiernos de turno en estos casos? Categóricamente no. Los gobiernos de la derecha, la ex Concertación y la Nueva Mayoría desde la transición se han dedicado a resguardar la herencia de la dictadura, fortalecer el aparato represivo y con esto cargar contra la protesta, cargar los peores puntos de la economía sobre los hombros de quienes trabajamos y así profundizar la desigualdad social y económica. En este proyecto de sociedad que han forjado los gobiernos de los partidos tradicionales han generado un marco general en el que una muralla con un graffiti puede llegar a valer más que la vida de dos jóvenes para un pequeño empresario como el que mató a Diego y Exequiel. La política represiva y criminalizadora de la protesta y movimientos sociales da paso a que civiles se sientan con el poder de asesinar a luchadores y luchadoras sociales.
Asesinatos y extrañas circunstancias
El día jueves pasado fue encontrado sin vida el cuerpo de Marcelo Vega Cortéz, dirigente social, histórico opositor a Celulosa Arauco en su plan de poner un ducto y presidente de la Asociación de Comunidades Indígenas de Chan Chan. Lo cierto es que las extrañas circunstancias de su muerte (como aparecer en la orilla de un lago en el cual flota una camioneta) no se hacen tan extrañas y pareciera más ser una tendencia especialmente en el último tiempo pero que se ha extendido históricamente, y los gobiernos luego de la dictadura militar no han hecho disminuir, sino que por el contrario a aumentar.
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Si tomamos como ejemplo los casos de asesinatos a mapuche podremos notar que tan solo en el periodo de 2000 a la actualidad se han asesinado a más de 15. Entre los gobiernos de la concertación y la derecha han asesinado a Agustina y Mauricio Huenupe, activistas por las recuperaciones y contra la instalación de termoeléctricas, Jorge Suárez Marihuan, Alex Lemún (asesinado por Carabineros para defender la usurpación de tierras por parte de Forestal Mininco), Julio Huentecura (a quién ni siquiera se le reconoció como preso político), Zenén Díaz Nécul, atropellado por un camión en medio de una manifestación, José Huenante, a quien subieron a una radiopatrulla de policías y hasta la fecha no se conoce su paradero, al Lonko Juan Collihuin Catril por parte de la policía también, mataron a Matías Catrileo con una subametralladora UZI, Johnny Cariqueo por un infarto luego de una golpiza por policías del GOPE y de la Comisaría 26° de Pudahuel, Jaime Mendoza Collío, por un carabinero también, Rodrigo Melinao Lican, José Quintriqueo Huaiquimil, Victor Mendoza Collío, Camilo Catrillanca y Macarena Valdés, que en primera instancia el Servicio Médico Legal (SML) y Carabineros dijeron que fue un suicidio, porque la encontraron colgada en su casa. Pero el forense que buscó la familia de Macarena indicó que en realidad fue colgada por alguien más, la muerte no fue asfixia en ese lugar.
Pero el clima de circunstancias extrañas ha sido particularmente reiterado en los últimos años. Primero está el caso de Macarena Valdés en agosto de 2016, con información contradictoria entre Carabineros y el SML por una parte y el forense contratado por la familia por la otra. En Octubre de 2018 fue encontrado ahorcado el dirigente pescador de Quintero Alejandro Castro. En Diciembre de 2018 fue encontrado también ahorcado el dirigente sindical de Paneles Arauco, Alex Muñoz García, en medio de un proceso de negociación. Ahora fue encontrado muerto Marcelo Vega Cortéz.
Armar el puzzle
Primero buscar las coincidencias: Dirigentes sociales que luchaban en contra de alguna empresa fueron asesinados y asesinadas, además se intentó pasar asesinatos por suicidios. Sabemos de lo que son capaces sobretodo los grandes empresarios por defender sus ganancias, para ellos eso vale más que nuestras vidas.
Hay además variadas responsabilidades en el asunto. Por una parte los gobiernos de la transición en adelante son responsables directos de los asesinatos por parte de la policía, y en particular de Fuerzas Especiales. Por otra parte son responsables más o menos indirectos de los asesinatos por parte de civiles o de autores desconocidos. Estos gobiernos han movido los hilos para favorecer al empresariado a costa nuestra y con la represión que han instalado históricamente también han generado un clima reaccionario que impulsa a civiles a creerse en el derecho de disparar para defender la propiedad privada. Claro que estos civiles también tienen su responsabilidad directa, pero lo importante aquí, es que ésta serie de “extraños acontecimientos” se montan sobre un clima represivo que se ha perfeccionado desde la dictadura, y de ello son responsables los gobiernos de la derecha, la Concertación y la Nueva Mayoría.