Presentamos una compilación de artículos sobre distintos aspectos de su pensamiento teórico y político, en contrapunto con Trotsky, Clausewitz, Lenin y otros.
Antonio Gramsci (1891-1937) es uno de los intelectuales marxistas más reconocidos del siglo XX. Las razones de su popularidad son varias. Fue uno de los protagonistas del “bienio rojo” italiano que generó la experiencia de los consejos de fábrica.
Conoció de primera mano la experiencia de la Revolución Rusa a principios de los años 20. Habiendo sido elegido diputado mientras estaba en la URSS, enfrentó el ascenso del fascismo en Italia e intentó fundamentar una estrategia para la revolución italiana, uniendo al proletariado del Norte industrial con el campesinado del Sur agrícola. Tomando partido por Bujarin-Stalin en la polémica contra la Oposición en la URSS, rechazó los métodos gangsteriles que la mayoría aplicaba contra Trostsky y Zinoviev. Encarcelado en 1926 por el fascismo para que “dejara de pensar por diez años”, sus Cuadernos de la cárcel fueron publicados en ediciones temáticas entre 1948 y 1951 por el PCI de Palmiro Togliatti. Este partido utilizó sus ideas de manera instrumental para sostener una política de que tuvo distintos nombres desde el de “vía italiana al socialismo” hasta “eurocomunismo”, pero siempre más o menos el mismo contenido: la acumulación gradual parlamentaria y sindical para llegar al poder en los marcos de la democracia capitalista.
La publicación en 1975 de la edición crítica de los Cuadernos preparada por Valentino Gerratana dio un gran impulso a los estudios gramscianos, ampliando la influencia de Gramsci en vastas áreas de las ciencias sociales tanto como el conocimiento más directo de sus elaboraciones carcelarias. No obstante lo cual sus ideas fueron sometidas a múltiples “usos” y abusos, desde un Gramsci teórico de las “transiciones a la democracia” en los 80 hasta un Gramsci “populista” por la vía de las lecturas de Laclau y Mouffe y las formaciones como Syriza, PODEMOS y otras en la actualidad.
En esta oportunidad ofrecemos un dossier de diez artículos elaborados a lo largo de más de una década, intentando rescatar el pensamiento de Gramsci de las interpretaciones más abusivas que lo emparientan con posiciones de tipo “eurocomunistas” o socialdemócratas, restituyéndolo a los marcos del marxismo clásico y realizando a su vez necesarios contrapuntos con Lenin, Trotsky y otros autores de esa tradición, para realizar una valoración de sus aportes al marxismo como las críticas necesarias sobre las limitaciones o puntos débiles de su pensamiento teórico, político y estratégico.
Trotsky y Gramsci: Convergencias y divergencias, Emilio Albamonte y Manolo Romano
Revolución permanente y guerra de posiciones. La teoría de la revolución enTrotsky y Gramsci, Emilio Albamonte y Manolo Romano
A propósito del Cuaderno 11 de Gramsci. La “ortodoxia” que no fue, Juan Dal Maso
Trotsky y Gramsci: debates de estrategia sobre la revolución en "occidente", Emilio Albamonte y Matías Maiello
Trotsky, Gramsci y el Estado en “Occidente”, Fernando Rosso y Juan Dal Maso
Revolución pasiva, revolución permanente y hegemonía, Fernando Rosso y Juan Dal Maso
Hegemonía y revolución permanente, Juan Dal Maso
Gramsci, Trotsky y la democracia capitalista, Emilio Albamonte y Matías Maiello
Gramsci: tres momentos de la hegemonía, Juan Dal Maso
Perry Anderson, Gramsci y la hegemonía, Juan Dal Maso