Durante todo un turno debieron continuar trabajando las trabajadores del servicio dietético de leche (SEDILE), a la espera del resultado por trabajadora con síntomas relacionados con Coronavirus. Finalmente el resultado del test fue positivo para COVID-19, junto a 3 trabajadores más.
Este sábado 11 de Abril fue un día caótico para el Hospital Regional de Antofagastal, puesto que una de las manipuladoras de alimentos comenzó con síntomas característicos del COVID19, lo que lógicamente y garantizando un mínimo de derechos, debería haber significado el rápido aislamiento y toma del test para descartar el contagio, sin exponer a trabajadores, pacientes pediátricos graves u otros que se encuentran hospitalizados, por la elaboración de leches.
Si bien, el primer test salió negativo (donde siempre pueden haber errores, por el rendimiento del examen que es de un 60 - 80%), la política de la jefatura fue enviarla de nuevo a trabajar haciendo como si los síntomas no siguieran ahí, cuestión que terminó en que el segundo resultado fue positivo. ¿El escándalo? la trabajadora debió esperar el resultado dentro del lugar de trabajo, exponiendo a sus compañeros y pacientes.
Luego de activar la alerta, se paró la elaboración de alimentos y se llamó de forma extraordinaria a personal para cubrir el turno. Mientras tanto se les tomó test a los funcionarios que tuvieron contacto con la trabajadora durante el turno. Hasta ahí todo bien, pero se les hizo esperar el resultado del examen junto a los nuevos trabajadores entrando al turno exponiéndolos nuevamente a cualquier tipo de contagio. Develando la falta de protocolos e interés para garantizar la salud de sus trabajadores.
Cuando se informó de otros tres casos positivos en el turno, debieron esperar que pasara el toque de queda para poder retirarse a sus domicilios, no se les garantizó siquiera movilización. Si militares resguardan las dependencias del hospital, con todas las medidas de seguridad como mascarillas y guantes, con móviles donde cabían los 9 funcionarios del turno que salió ¿no podrían ellos haber cumplido alguna labor y trasladarles en vez de exponer a todo el personal?.
La negligencia y brutalidad que se demostró por parte del Servicio de Salud, y que es en gran parte por la falta de protocolos de acción ante casos sospechosos, develando la improvisación de la institución sanitaria, donde los trabajadores no tienen garantías por el miedo a perder el trabajo, más en tiempos de crisis.
El Gobierno tiene gran parte de responsabilidad en situaciones como estas. Las y los trabajadores no tienen ningún respaldo legal incluso teniendo licencias, ¿como no temer los despidos y quedarse sin sustento para sus familias?, las medidas aplicadas en la crisis por la pandemia no garantizan nada para los más pobres, poniendo incluso sus vidas en peligro para garantizar la producción y el abastecimiento.