Con candidatos obreros y luchadores el partido integrante del Frente por la unidad de la clase trabajadora inscribió sus candidaturas al Parlamento y al CORE en la región minera.
Buscando presentar una alternativa de la izquierda consecuente y sin subordinación al régimen y sus partidos este lunes se oficializó la inscripción de candidatos del Partido de Trabajadores Revolucionarios en Antofagasta.
La lista encabezada por trabajadores y diversos luchadores pretende dar una pelea electoral por acabar con el saqueo empresarial y para disputar la voz política de trabajadores, mujeres, disidencias y juventud.
Al senado postulan los docentes Galia Aguilera y Domingo Lara quienes disputarán la elección con conocidos agentes del régimen como Pedro Araya o la derechista Paulina Núñez.
La lista de diputados, a su vez, es encabezada por el obrero y dirigente sindical Lester Calderón, quien en la pasada elección a gobernadores concentró más de 21 mil votos en la región.
“Nuestra apuesta es demostrar que las y los trabajadores podemos hacer política independiente del régimen y sus partidos. Una alternativa que luche por un programa que parta de las demandas de octubre pero que plantee una salida socialista y revolucionaria, pero además que no se subordine a las reglas del régimen y del acuerdo por la paz” señaló Calderón.
Daniel Vargas, abogado de DD.HH. y candidato a diputado señaló “Desde nuestras candidaturas daremos una dura pelea contra los partidos tradicionales y contra los “nuevos” independientes que se subordinaron en los hechos al Acuerdo por la Paz que impide la participación de los jóvenes que saltaron los torniquetes y que hoy son excluidos de hacer notar su voz”.
Finalmente, Galia Aguilera, candidata al senado, comentó que “vamos a una dura pelea electoral en diputados, senadores y CORE, enfrentaremos a los dinosaurios que se han beneficiado del saqueo de los 30 años y que pretenden que nada cambie. Queremos aprovechar la elección para dar cuenta que actualmente estamos en un proceso constituyente totalmente subordinado a las reglas impuestas por la política tradicional, que impide a los jóvenes participar y que tiene importantes límites para la discusión de materias sociales urgentes, como el fin de las AFP o la renacionalización de los recursos naturales”.