Ad portas de un nuevo 8 de Marzo, la Coordinadora 8M hace un llamado a marchar con “independencia del gobierno”, pero lo hace junto con organizaciones y partidos políticos que conforman el Gobierno de Boric. En un escenario de constantes ataques en el sector de la Salud, con reducción de presupuesto, infraestructura que se cae aa pedazos e incluso despidos a personal honorario COVID-19 es necesaria una alternativa con total independencia del gobierno.
En este nuevo Día Internacional de la Mujer, debemos situar quienes han sido los aliados y enemigos de las trabajadoras y el pueblo. Mientras en el parlamento eligen a los "expertos" que redactaron el proyecto constituyente, en la salud han despedido a 10.000 trabajadores honorarios, según la reciente denuncia de FENPRUSS.
A continuación algunos puntos de porqué desconfiar de quienes pactan con la derecha para seguir gobernando para los empresarios:
Aunque Boric en su programa de gobierno plantea como eje principal un Sistema Universal de Salud, no busca terminar con el negocio de la salud. Este contempla diversas estrategias como lo son: mejorar el enfrentamiento de la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias, atención primaria de salud, FONASA universal, mejores condiciones laborales para trabajadoras y trabajadores de la salud. Pero los “avances” sólo han sido soluciones parciales, incluso aumentan la sobrecarga laboral, como Copago 0, que no ataca problemáticas más profundas en salud que se vienen arrastrando desde la dictadura de Pinochet, como lo es el sistema de ISAPRES el cual se encuentra en una profunda crisis.
Las estrategias del Gobierno son completamente contradictorias cuando se trata de sostener la fuente laboral de las y los trabajadores de la salud. Aproximadamente 10.000 trabajadores a honorarios serán despedidos este mes, ya que según el Gobierno y el MINSAL no son necesarios. Este problema histórico de falta de personal, se ha sostenido por otros métodos precarios de contrato como lo son las suplencias, en donde se mantiene durante años la inestabilidad y discontinuidad laboral según denuncian trabajadoras.
Estos despidos golpean directamente la atención de los usuarios de distintos centros asistenciales, ya que este personal, como anteriormente mencionamos reveló la gran brecha que existe entre el nivel óptimo de trabajadores necesarios para entregar una atención de calidad en relación con la cantidad de usuarios que se atienden en el sector público (80% de la población). Quienes fueron contratados por la pandemia lograron reducir, en menor grado, la sobrecarga laboral de los funcionarios, pero ¡no por completo! Ya que entendemos que en salud hacen falta manos para atender de manera oportuna las grandes demandas de la población
Agobio, inestabilidad laboral y precarización, una brecha permanente en la salud para miles de mujeres trabajadoras.
El área de la salud se compone mayoritariamente por mujeres, estudiantes y dueñas de casas, una fuerza laboral, que podría ser imparable, y que en cambio se ven golpeadas por las pésimas condiciones de trabajo. Siendo un problema habitual la sobrecarga laboral por la falta de personal, expresada en los llamados reiterados para cubrir los turnos por falta de trabajadores.
Este agobio tiene directa relación con el autoritarismo, pues mayoritariamente son impuestos por las jefaturas, sin tener alguna consideración por las trabajadoras. Y ante la más mínima denuncia u oposición a esta sobrecarga, las autoridades responden con persecución y acoso, que se refleja en mayor agobio, mayor cansancio y menos ganas de dar una solución. A pesar de que “buscan” en qué servicios ocurren este tipo de situaciones, no existe una solución real para este problema.
No solo eso aproblema a la inmensa mayoría de mujeres trabajadoras, sino que también se interpone el problema de los contratos precarios, una brecha que ningún gobierno, ni siquiera el gobierno feminista de Gabriel Boric ha buscado resolver. Apruebo Dignidad ha demostrado ser lo contrario cuando vemos que aún se sostiene la misma modalidad de trabajo donde el “derecho al trabajo estable y el sueldo igual a la canasta familiar” se ve como algo lejano cuando los dirigentes de grandes gremios como la FENTESS, la FENATS o la FENPRUSS, no dan ninguna pelea por conquistar un derecho básico y sumamente importante para las y los trabajadores.
Aborto legal, libre, seguro y gratuito, otra demanda que quedo en el olvido.
Pese a la autodenominación de gobierno feminista, el aborto legal, libre, seguro y gratuito ha sido la ultima prioridad de este gobierno. Y aunque hemos visto cómo la derecha, ha intentado retirar la ley de aborto en 3 cáusales, la cual solo son motivos por los cuales a las mujeres se nos permite abortar y acceder a una atención medica. Por otro lado, la objeción de conciencia es la carta bajo la manga de la derecha, impulsada en el gobierno de Piñera, donde se transformó en una decisión moral antes que una decisión médica.
Esta espera tan laxa y en confianza con el gobierno de Boric, junto con una millonaria campaña hacia el fraudulento proceso constituyente, que hoy nos ofrece los rostros más podridos, misóginos y machistas de la vieja política, solo ha servido para desarticular el movimiento. Y por si fuera poco, bajo la ilusión que con el apruebo del pasado 4 de septiembre del 2022 todo cambiaria y que una ley de aborto sería abordada en este proceso. Es por esto que decimos ¡ninguna confianza en este gobierno y en la derecha, aún tenemos que abortar en la clandestinidad y con el riesgo de morir en el intento, movilicemos nuestras fuerzas en las calles en conquista del aborto legal libre seguro y gratuito!.
Por eso desde la agrupación de trabajadores/as de la Salud (Abran Paso) te invitamos este 8M a marchar con independencia del Gobierno de Boric y la derecha. Por la conquista de las demandas históricas de las mujeres y la clase trabajadora, por una salud gratuita y universal, por el derecho al trabajo estable y el sueldo igual a la canasta familiar, no a los despidos honorarios por el paso a planta, por el aborto legal libre seguro y gratuito y abajo el golpe en Perú de Dina Boluarte.