Hace unos años comenzaron a funcionar los llamados protocolos de género en las universidades de nuestro país, como una herramienta para tratar los casos de abuso sexual y violencia machista en el interior de las casas de estudio.
El año 2014 fue el primer encuentro de educación no sexista que se ha hecho en la historia de Chile, que levantaron diferentes compañeras y compañeros de distintas universidades y organizaciones políticas. Una de las principales conclusiones de este encuentro fue la necesidad de organizarse en secretarías de género al interior de las universidades y casas de estudio y trabajar en protocolos de género que fueran útiles para combatir el machismo que se expresa de muchas formas en estos espacios.
Hoy en día universidades como la U. de Concepción, la U. de Chile, la U.Diego Portales, la UMCE, la U. de Santiago, U. Católica, la U. de Talca, entre otras, ya cuentan con protocolos que incluso han enfrentado casos de denuncias de abusos sexuales contra estudiantes y docentes, de hecho algunos mencionan sanciones como el despido o la retención de parte del sueldo. Estos protocolos en algunos casos, incluso, han sido construidos entre estudiantes, profesores y funcionarios.
Sin embargo, siempre se pueden ir afinando, pues a pesar de ser construidos ’triestamentalmente’, en la mayoría de estos procesos los estudiantes han tenido poca incidencia.
Esto se traduce a que, en general, son las autoridades quienes resuelven acorde a los estatutos y terminan siendo un sumario más, lo que además de ser un método punitivo, no alcanza para combatir y prevenir la violencia machista y no apoya ni acompaña a las víctimas.
Por eso a pesar de estar avanzando en construir nuestras propias herramientas, es necesario profundizar nuestras organizaciones y secretarias de género para poder defender nuestros métodos y consolidar la lucha por la educación no sexista y los derechos de las mujeres, para fortalecer planes de prevención y educación y para dar salida a los casos de violencia que día a día viven las mujeres al interior de los recintos educativos.