Reproducimos el testimonio de una vecina de Puente Alto, el cual fue publicado en el Boletín “Catrillanca” que saca una de las asambleas territoriales de dicha comuna. Esta asamblea comenzó a organizarse desde la rebelión de Octubre, pero hoy cambió su carácter por la pandemia y ya no se reúnen físicamente. Sin embargo las redes de organización continúan y entre varias actividades, muestran testimonios como el siguiente.
[ Lee el boletín completo aquí. ]
El sistema público nos ha mostrado su precariedad, sin embargo, al enfrentarnos con un virus como el que hoy nos ataca, se hace mucho más innegable. El protocolo ejercido no es capaz de responder a las penurias de nuestra población.
Estuve yo y una señora de 60 años, durante 8 horas en una sala de aislamiento en el CESFAM Alejandro del Río (Puente Alto), por un posible foco infeccioso. Pudimos ver como doctoras/es, enfermeras/os y paramédicos, sentían la impotencia y angustia de ver que la situación escapaba de sus manos, sin poder dar respuestas inmediatas y para protegernos nos enviaron desde el CESFAM a la urgencia del Hospital Sótero del Río.
El paramédico encargado de llevarse a mi compañera, nos comentó que la situación en el hospital era muy precaria debido a que las personas con sospecha de COVID-19 se encontraban esperando para realizarse el examen a la intemperie, sin ningún protocolo de protección preventiva, y nos mencionó que posiblemente la espera duraría horas, en el hospital, sumándose a lo que habíamos esperado en el CESFAM para el traslado. Todo este tiempo sin alimentación, ni abrigo.
Hasta que a las 22 hrs apróximadamente, se nos informó a quienes aún nos encontrábamos esperando por traslado que podíamos dirigirnos a nuestras casas debido a que el hospital no daba abasto. Nos entregaron licencia médica, una orden para realizarnos el examen en caso de continuar con los síntomas y un documento diciendo que nos retiramos del lugar en conocimiento de lo anterior. Algunos aceptaron ya que los síntomas no eran tan fuertes, e ignorando que habíamos estado en aislamiento nos mandan caminando como posibles contagiados en vez de un traslado en ambulancia. Otros prefirieron, expuestos a una larga espera, esperar el traslado. No tuvo sentido exponernos al contagio, o exponer a otros de ser contagiados si al final nos mandan así para la casa.
Ya en nuestros hogares con cuarentena por sospecha del virus, ahora el problema es la licencia médica (manual), debido a que cada uno debe gestionar y hacerla llegar a nuestros empleadores. Los números telefónicos que me dieron del SEREMI, COMPIN y servicio de seguridad social, no me dan ninguna respuesta clara, y/o concreta para orientarme respecto al conducto que debía seguir, ya que no cuento con nadie que pueda ir a presentarla a RR.HH de mi empresa.
Finalmente desde el servicio de seguridad social me dijeron que debía "escanear" mi licencia médica y subirla a la pag. https://milicenciamedica.cl/ .
Me pregunto sí ellos pensarán que [email protected] contamos con los medios de tener computador e internet en casa y más aún una impresora que pueda escanear dicho documento. Esto debido a la nula respuesta de parte de los servicios del estado y también de mi empleador.
Y entendiendo que "solo el pueblo ayuda al pueblo", comenté mi problema a mis compañeros de trabajo para poder hacer llegar la licencia sin salir de mi domicilio, ya que me encuentro en cuarentena y por lo tanto no puedo salir de mi casa por sospecha de COVID-19, lo cual hoy en día para el gobierno no tiene validez.
Actualmente me encuentro con la incertidumbre de qué irá a pasar con mi licencia médica, si será pagada o no, o si tiene validez debido a las "antimedidas" de protección hacia los trabajadores que ha tomado este gobierno. Expongo y planteo mi caso entendiendo que deben ser muchos más lo que se encuentran en mi misma situación e incluso peor.