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Red Internacional

Tribuna Abierta.La rebelión mapuche de 1881

Tiempo estimado 13:41 min


En 1881, El ejercito Chileno avanza sobre los territorios del pueblo nación Mapuche, que durante la colonia y hasta mediados del siglo XIX todavía conservaba su independencia política. Las tribu Mapuches se unen entre si para enfrentar al invasor, en un ultimo intento de defender su tierra y cultura.

Thursday 20 August 2020 | Edición del día

La rebelión mapuche de 1881

El pueblo Nación Mapuche Independiente

Durante la colonia Los mapuches lograron mantener la integridad de su territorio, definiendo la frontera entre ellos y los españoles el Rio Bio Bio. Controlando el pueblo nación mapuche los territorios al sur de dicho rió. De hecho en 1803 en el parlamento de negrete España reconoce oficialmente al territorio mapuche como nación independiente. No obstante, desde hacía mucho tiempo que las relaciones diplomáticas entre españoles y mapuche eran buenas
En este contexto florece mucho el comercio entre la capitanía general de Chile y el pueblo mapuche. Contrario a lo que se cree, la cultura mapuche no llevaba una vida de mera subsistencia y precariedad. Era una sociedad que crecía en riqueza debido al desarrollo de una pujante economía ganadera y mercantil.

El académico Ignacio Domeyko, en 1846 relataría en sus viajes por la Araucania, la forma de vida, del Mapuche, basada esencialmente en el trabajo de la tierra:

“El pacífico araucano tiene su casa bien hecha, grande, espaciosa de veinte y más varas de largo y de ocho a diez de ancho, bien abrigada contra los vientos y las lluvias, alta, construida con buena madera, coligüe y paja, con una sola entrada y un agujero puesto en lo alto del techo para la salida del humo. Inmediato a su casa tiene huertas y sementeras de trigo, cebada, maíz, garbanzos, papas, linaza, repollos; todo bien cultivado y cercado y como las habitaciones se hallan por lo común en la vecindad de algún río o estero, en sus contornos se divisan las lindas campiñas y floridas praderías, en que el indio tiene sus caballos y su ganado gordo, hermoso…”

El historiador José Bengoa relata el amplio uso del caballo en la agricultura y la guerra, multiplicándose con facilidad en las fértiles praderas de la Araucanía, después de la victoria del Toqui Lautaro en Curalaba sobre el Ejército español, los mapuche pasarían a tener más ganado equino que todo el ejército de España en el territorio de Chile. De hecho, el ganado del wallmapu era ampliamente comerciado hacia los territorios de las futuras repúblicas de Chile, Argentina y el Virreinato del Perú. Factores culturales Llevaron a los mapuche a ser prósperos ganaderos, en detrimento de la agricultura. La ganadería es más practica en una situación de tensión bélica permanente que se vivía en la frontera de Arauco. En caso de ataque el ganado puede resguardarse en pasajes recónditos de bosques y cordilleras, el destino de las siembras en situaciones de guerra es ser quemado.

Estos cambios económicos en la sociedad mapuche generaron importantes diferenciaciones sociales materializándose en la concentración de la propiedad de la tierra. Si bien su acceso era universal para todos los miembros de la comunidad, los loncos concentraban el grueso de las mejores tierras. Tales fueron los cambios en las formas de vida, del pueblo nación mapuche producto del intercambio cultural y comercial.

La relación del Pueblo nación mapuche con el Chile independiente

En los primeros años de la república independiente de Chile, los gestores de la independencia, rescataban y reivindicaban al pueblo mapuche como un ejemplo de valor en la lucha contra el imperio español. No obstante, el discurso comenzó a cambiar en la medida que la naciente burguesía y dueños de capital, se interesaron en colonizar y hacer negocios e inversiones en la Araucanía.

La prensa de la época preparaba la opinión publica para justificar una futura ocupación militar de las tierras mapuche, en beneficio del capital. El diario El Mercurio en sintonía con el pensamiento de la clase capitalista Manifestaba:

[...] Los hombres no nacieron para vivir inútilmente y como los animales selváticos, sin provecho del género humano; y una asociación de bárbaros tan bárbaros como los pampas o como los araucanos no es más que una horda de fieras, que es urgente encadenar o destruir en el interés de la humanidad y en el bien de la civilización [...].(diario El Mercurio, 24 de marzo de 1859)

La codicia de la clase capitalista sobre las tierras de la Araucanía, no fue repentina o antojadiza, una serie de hechos internacionales facilitaron tales aspiraciones. El auge del oro en california aumento la demanda de productos agrícolas, elevando el precio de la fanega de trigo de $2,00 en 1840 a $3,50 en 1851 y $ 5,5 en 1855. Por otro lado, el desarrollo de la navegación a vapor disminuyo notablemente los costos de los fletes en el comercio intercontinental. Las exportaciones de trigo aumentaron de 100 mil quintales en 1850 a 600 mil en 1860. Estos factores elevaron el precio de las tierras agrícolas, y por ende la conquista del territorio mapuche se transformó en una empresa muy rentable para la clase burguesa.

En 1868 el ejercito Chileno atraviesa el rio Biobio, y empuja la línea fronteriza hasta el Rio Malleco. El comandante Manuel Pinto, aplico la táctica de “Tierra arrasada” el ejército chileno quemaba Rucas, galpones, sembradíos, se asesinaban mujeres y niños, se robaban el ganado y se lo daban a las tropas como botín de guerra. Los que es posible apreciar incluso en la prensa de la época:

“Desde entonces los proyectados arreglos pacíficos con los indígenas se convirtieron en guerra asoladora, en una guerra de exterminio que el ex ministro Errazuriz no trepido en aconsejar… se olvidó de sus propósitos del principio y de las promesas de amparo y protección que les hizo a los caciques diputados.”

Los saqueos a las propiedades del mapuche eran admitidos con normalidad y ligereza por la propia cúpula militar, formaba parte de su estrategia militar, Cornelio Saavedra Relataría al ministro SR Echaurren en una carta informando:

“el Dia 22 llego la división a Angol, trayendo mil cuatrocientos animales vacunos, trecientos caballares yk un poco de ganado lanar, y habiendo consumido en el rancho de la tropa de ocho a diez mil ovejas. Se han incendiado como 500 casas y una gran cantidad de trigo y chacaras pertenecientes a las tribus enemigas. Este escarmiento parece que ha producido un buen efecto entre los indios que no han tomado parte de la guerra; y por eso se han presentado sumisos y obedientes.” (Carde de Cornelio Savedra al ministro Francisco E. 23 de marzo 1869)

Según el diario el meteoro calculaba que durante la campaña de verano de 1869 el ejercito había saqueado 20.000 cabezas de ganado lanar y cinco mil de vacuno y alrededor de 500 caballos a las comunidades Mapuche.

La rebelión de 1881

En el año 1881 el ejercito de Chile, victorioso de la guerra del pacifico y pertrechado con nuevo armamento militar, decide terminar la conquista de Arauco. Los soldados cruzan la línea de fuertes del rio Malleco, fundan ciudades y fortalezas.

Los guerreros mapuche, convocan a un Parlamento de todas las tribus, costeños, abajinos, huilliches pehuenches e incluso se suman algunos Pampas del otro lado de la cordillera de los andes, que huían del ejército argentino. Por unanimidad todos los loncos deciden ir a la guerra contra el huinca invasor. No hay posibilidad de ganar. El ejercito chileno ha modernizado a tal punto su armamento, que los viejos mosquetes, boleadoras, lanzas y caballos de los guerreros mapuche se han quedado desfazados. Pero la defensa de su tierra y modo de vida es algo irrenunciable para los hijos de Lautaro y Caupolicán. Morir en combate es un mejor destino que perder su territorio, su fuente de sustento.

Por su parte el ejército chileno cuenta en la Araucanía con 2000 soldados profesionales, muy bien armados y muchos con experiencia en combate en la guerra del pacifico. Reforzados por un numero aun mayor de guardias civiles voluntarios. El ejercito mejor preparado y numeroso que alguna vez allá enfrentado el pueblo Mapuche, las posibilidades de ganar eran nulas.

El verano del 81 Los mapuche atacan toda la línea fronteriza del Malleco, excepto los fuertes. Rompen las líneas de abastecimiento, emboscan a patrullas desprevenidas, saquean las caravanas y las estancias de los colonos usurpadores para abastecerse. Antes de los ataques rompen las líneas de telégrafos, para evitar que puedan pedir refuerzos. Una verdadera guerra de guerrillas.

El 27 de febrero los mapuche atacan en un lugar llamado Quillin una caravana que iba en dirección al Fuerte Ñielol, que traía soldados heridos en otras escaramuzas. Mueren los 40 soldados que la custodiaban, así como también 96 soldados heridos y enfermos. No hay sobrevivientes.

Los enfrentamientos continúan a lo largo de toda la frontera, con resultados dispares, sin embargo, las bajas en el bando chileno eran numerosas, hubo casos de deserciones en la tropa. Según el diario el Mercurio de Valparaíso para el 23 de marzo se calculan 200 soldados caídos en combate.

Ante esta serie de escaramuzas, que dejaron en desventaja al ejercito chileno, el comandante Gregorio Urrutia, recién venido de la guerra del pacifico, decide contraatacar y destruir las fuentes mismas de recursos de los mapuche, su principal centro de operaciones: las cadenas de cerros de Ñielol. Al mando de cuatro divisiones del ejercito entran al territorio mapuche y durante 12 días los persiguen, queman cientos de rucas y campos sembrados, toman muchos prisioneros, y dan muerte a varios Caciques y conas. Saquean todo el ganado que encuentran. Un duro Golpe, pero la resistencia del pueblo nación mapuche estaba lejos de ceder.

La llegada del invierno, pone una pausa a la guerra, pero durante aquel tiempo los mapuche no dejaron de organizarse logísticamente para unir a todas las tribus, y realizar una ofensiva general a todos los fuertes ubicados en la Araucanía, romper la línea del Malleco y avanzar sobre las ciudades más allá del rio Biobío. Reciben incluso refuerzos de los “Pampas” que combatían al ejercito argentino y que se refugiaron en Chile, tras la derrota. Contingente que reforzó las huestes del Wallmapu que avanzarían sobre Temuco.

Fue así que, en noviembre de 1881, los mapuche realizan una contraofensiva general, sabiendo que muy probablemente el último grito de guerra de aquella resistencia al invasor huinca, se escucharía por última vez.
El 3 de noviembre Las Tribus Arribanas al mando de 500 Conas comienzan la ofensiva con un ataque sorpresa a los fuertes de Quillem y Recabarren, venciendo con facilidad a los desprevenidos soldados que los defendían. No obstante, encenderían la alarma, que alerto a todas las guarniciones militares de la Araucanía. Por lo mismo las tribus abajinas fueron rechazados en su ataque a la guarnición de Lumaco.

No obstante, a pesar de perder el factor sorpresa, las tribus costinas tomaron con facilidad la ciudad de Toltén. Luego avanzan a la ciudad de nueva imperial que también es destruida, Se dirigen hacia Tirua, donde la batalla se vuelve encarnizada. Finalmente deciden replegarse tras enterarse de un trágico hecho: Las ofensivas en el Fuerte Ñielol y Temuco fracasaron. El grueso del ejercito mapuche se encontraba en esas posiciones, no volverían a recuperarse después de aquella derrota.

Despojo, hambre y peste

Derrotada la insurrección mapuche, el ejército de Chile ocuparía con muy poca resistencia las tierras de mapuche y huilliches, fundaron fuertes y ciudades, las tierras de los nativos son confiscadas por el estado de Chile que luego las remataba a privados o entregadas a colonos. Por su parte los nativos eran enviados a reducciones, tierras de reducido tamaño y de escaso valor agrícola. Muchos colonos extranjeros de origen europeo recibieron tierras gratis en la Araucanía, en conjunto con herramientas y medios para explotarlas. Recibiendo 40 hectáreas más 20 hectáreas por cada hijo varón. Las tierras que no fueron colonizadas, fueron sometidas a remates de lotes de 150 n Hectáreas, los participantes de estos remates, podían nuevamente ser parte de otros remates, favoreciendo la aparición del latifundio. Fue así que familias de la oligarquía tradicional, como los Bunster llegaron a tener mas de 20.000 hectáreas de tierra en el siglo XIX.

Por otro lado, la política de reducciones tardo años en implementarse, y mientras se estudiaba una forma de radicar a los nativos estos eran expulsados de sus terrenos por los colonos amparados por los guardias civiles o paramilitares, expulsados de sus tierras, y al no estar haciendo ocupación efectiva de su terrenos no podían validar sus títulos de propiedad y no podían ser radicados en las comunidades. Solo 2/3 de los mapuche pudieron ser reubicados en tierras.

Los mapuche perdieron 5.000.000 millones de hectáreas y fueron reubicados en menos de 500.000 hectáreas, en otras palabras, perdieron el 90 % de su territorio. El hacinamiento y el despojo de su tierra, produjo fuertes hambrunas, lo que agravado por una epidemia de cólera, lleva a una mortandad terrible, que según el Historiador José Bengoa pudo haber sido del 15 % de la población.

El exterminio, el despojo de tierras fue la base de la concentración Originaria del Capital, en las ancestrales tierras del Pueblo Nación Mapuche.





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